domingo, 26 de noviembre de 2017

Un viejoven en el Salón Manga y la Retro Weekend en Valencia

A veces cuesta reconocer las cosas, pero esta vez no hay dudas al respecto, los años van transcurriendo y mi primera incursión en un salón del manga a mis 35 años me ha dejado marcado.  No os creáis que no me ha gustado, todo lo contrario, pero sé con certeza, que si estas cosas se hubieran organizado durante mi adolescencia las hubiera disfrutado más a fondo.


El mundo del manga, del anime y de las franquicias del sol naciente es algo que reconozco fácilmente, que me gusta, pero no estoy totalmente inmerso en él.  Conozco algunos de los más famosos como Drangon Ball, Death Note, One Punch Man, One Piece, Naruto, Evangelion, el universo Ghibli, etc… pero al llegar allí encontré mucho más y no sólo de tierras asiáticas.  He comprendido que un salón del manga como el de Valencia, y entiendo que en muchos otros también, hay cabida a otro mercado similar, pues allí encontré grandes referencias a Marvel, muchas otras a DC, a Rick y Morty, a Mr Robot, Futurama, Breaking Bad, Juego de Tronos, Stranger Things y un montón más, que a pesar estar relacionadas con el mundo del cómic y cinematográfico poco tienen que ver con los nipones.



Por otro lado, algo que sí que me ha sorprendido y que veo en más sintonía dentro del salón son las referencias a videojuegos, tanto clásicos como modernos, de origen japonés.  La más apabullante sin duda es la relacionada con el mundo Nintendo y en especial con The Legend of Zelda (con Majoras Mask es increíble) y Pokemon, dos de sus grandes franquicias que encajan como anillo al dedo dentro de estos eventos.  Evidentemente también existen muchas referencias a Mario y Kirby pero en menor magnitud.  También hayamos productos de otras casas japonesas, como es el caso de Sonic, Resident Evil, Street Fighter o Final Fantasy aunque echamos de menos a Bayonetta.  No obstante, y al igual que ocurre con el comic y el cine, pudimos encontrar otro tipo de referencias fuera de Japón, como es el caso de Skyrim, Bioshock, The Last of Us, God of War, Monkey Island o Day of the Tentacle.




El salón del manga ha traspasado muchas barreras, ya no sólo se habla de cómic, ahora también de animación, de cine y de videojuegos, artes muy próximos entre sí.  Del mismo modo que se ha ensanchado en arte, también lo ha hecho en geografía, ya no habla únicamente japonés, también se mueve en otros países cuyo contenido pueda formar parte de este mundo lleno de crítica, fantasía e imaginación que cada vez acoge a más adeptos alcanzando altas cotas.



Pero si hay algo que me ha llamado la atención de verdad es cómo la juventud participa y disfruta de estos eventos.  Muchísima gente disfrazada, otros con inolvidables cosplays, ese jolgorio y buen rollo que se desprende y la alegría de encontrar a mucha gente que disfruta de tus mismas aficiones.  No os voy a engañar, parecíamos los padres de muchos, pues la media de los asistentes podría rondar los 20-22 años, pero a pesar de que nos miraran algo extrañados debido a nuestra edad, tampoco desentonábamos tanto.



Vimos muchas cosas, aprendimos otras cuantas, pero me fui con la sensación de que el evento todavía puede mejorar mucho más.  Un único punto de comida, la falta de un mapa con todos los expositores y un casi inexistente listado de horarios (aunque había chicos itinerantes a quien preguntar) me dieron la sensación de una organización poco optimizada, pues una vez pagados los 10€ de entrada, las impresiones finales fueron las de un pago por acceso a un recinto repleto de gente como tú, para poder acceder a las tiendas con los codiciados objetos que tanto anhelas. Sé que puedes consultar la web, que hay mogollón de eventos y mucho que disfrutar, pero una vez allí, deberían de proporcionarte toda la información básica, pues con tu presencia han conseguido captar tu atención, era el momento de convencerte para que vuelvas el resto de años.



El motivo de mi asistencia no fue otro que llevar por sorpresa a un muy buen amigo mío por su cumpleaños para que disfrutara de algo que le emocionaba. Quedé muy satisfecho después de ver que se divirtiera como un enano, pero además existía otro motivo: el Retro Weekend en el mismo pabellón. No voy a engañaros, fui con unas expectativas y me fui con unas impresiones algo distintas.

De primeras me dio muchísima lástima que ninguno de los expositores desprendiera magia retro, no tenían ningún tipo de decoración que ambientara su presencia y la ordenación de sus puestos daba la sensación de tiendas de mercadillo donde todavía se vendían cassetes de gasolinera.  Se nota que este tipo de evento sigue verde, que necesita estar un poco más rodado y que debe de adaptarse a los estándares de calidad de lo que son actualmente las ferias.  No se trata de la calidad del producto, ví mucho y muy bueno, pero hay que mimar la atmosfera, hay que crear nostalgia porque la línea entre viejunismo y amor nostálgico es muy delgada y los detalles marcan la diferencia entre vender y no vender.  Desconozco el precio del stand y los presupuestos que pueden invertir cada una de las empresas y reconozco que levantar un negocio es complicado, pero a veces únicamente se trata de poner imaginación y presentar bien las cosas.  No digo que esté mal lo que ví, pero desde mi más humilde opinión, creo que todavía necesita más tiempo e ingenio, pues los márgenes de mejora actualmente son muy altos y el 70% de ellos no requieren inversión.



En mi caso particular, fui con la ilusión de encontrar una Game Boy de primera edición y un Super Mario Bros de NES.  Sabía que encontrar la primera edición de la consola portátil de la Gran N iba a ser complicado, pero encontré dos, una por 35€ bastante rayada y otra por 60€ que no la tenían allí.  Ambas opciones descartadas, la primera por su estado y la segunda por no poder verla en el momento.  Por otro lado, no pude encontrar ningún Super Mario Bros de NES, sí que encontré un montón de Super Mario Bros + Duck Hunt pero mi idea era que únicamente tuviera el juego sin más.  Creía que sería más fácil de cumplir mis objetivos, pero pequé de grandes expectativas.

Por otro lado, confirmé cosas que a priori tenían lógica, cuando más vieja es la plataforma, más caros son sus títulos, pero incluso así los precios eran, en general, un 25% más altos de lo que debería.  Los juegos se NES eran en muchas ocasiones intratables, juegos sin caja y sin funda entre 12 y 50€, de hecho, algunos de ellos ya los tenía en mi poder en su día y todavía los conservo, algo que me da a entender que mi pequeña colección empieza a tomar un valor económico bastante importante (aunque nunca superará el cultural y emocional). Si el juego venía con caja (aunque maltrecha entiendo que sin abrir) se disparaba a más de 70€ y si hablamos de cartuchos MSX y cosas similares mejor ni hablar.  Evidentemente encontrar cosas de PSX, PS2 o Game Cube era bastante más fácil y asequible, mientras que de Master System, Saturn, MegaDrive, Super Nintendo, Game Boy, N64 costaba un poco más, teniendo las consolas un precio más que razonable y los juegos algo elevados.



Como cliente potencial que fui, únicamente adquirí una fuente de alimentación de N64 adaptada para Europa (para usarla en mi N64 nipona) por 20€ y un mando de NES de segunda mano por 6€.  Pues tal como estaban los stands no consiguieron que nada me llamara la atención y una Game Watch de segunda mano por 100€ me parecía excesivo.  Sí, sé que suelen estar por ese precio, pero su estado no me convenció y para eso, preferiría los 235€ que vale una por abrir.

Pero no todo fue negociación y precios, también me llevé una grata sorpresa y fue la de poder jugar a Fatal Fury Real Bout en una NeoGeo AES.  Era algo que anhelaba, poder jugar a ese unicornio rosa y sacar alguna conclusión de ella.  Llegué a tener en Japón una en mis manos, pero su elevado precio y su imposibilidad de probarla en el momento me dejó una espinita que ayer me pude quitar. Me sorprendió el tamaño del cartucho, tres veces más grande que uno de Super Nintendo, pero no el funcionamiento de la consola, era lo que en verdad prometían, una recreativa en casa.  El mando es una maravilla, he de reconocer que para aquellos tiempos lo mejor en ocio electrónico doméstico y con una mecánica de la palanca de gran calidad, aunque algo más pequeña de lo imaginaba y sin llegar a ser un joystick arcade.  Si, el mando es una pasada, pero lamenté descubrir, a mí parecer, que el joystick arcade es un poco más duro y preciso.



También hubo muchísima aceptación en el único stand de máquinas arcade perteneciente a Arcade Mundo Sevilla.  Sin duda el mejor de todos y con unas máquinas bien cuidadas.  La gente disfrutaba de sus productos, y lo poco que probé he de reconocer que de muy buena calidad.  Fue el stand que más cuidó su imagen y cuando me atendieron se notaba que dominaban mucho el tema, pues muchas de las cosas que me dijeron no eran triviales y tenían su razón de ser.



Mientras que los stands retro estaban, generalmente bastante vacíos, la zona de juegos y competición estaba repleta de gente, tanto que ni siquiera osé a intentarlo.  Era increíble la cantidad de usuarios dispuestos a disfrutar tanto de juegos actuales como clásicos y participar en las competiciones. De hecho, allí teníamos a Barbilla & Cia que animaban a la gente a formar parte de la fiesta.  Posiblemente la parte con más éxito en Retro Weekend, por lo que potenciarlo en futuras ediciones para reducir los tiempos de espera sería algo que debería de considerarse.

De verdad, me fui muy contento tanto del Salón Manga como del Retro Weekend, descubrí muchísimas cosas y disfruté como el que más.  Son eventos relativamente recientes que tienen mucho margen de mejora y seguro que la próxima edición deparará nuevas sorpresas.  Creo que para ser mi primera asistencia ha estado muy bien, he descubierto de primera mano que todo el mundo que rodea los cómics, la animación, el cine y los videojuegos sigue en auge, que ha llegado para quedarse y que con el transcurso de los años continuará creciendo, siempre que las vertientes culturales y de entretenimiento predominen frente al factor económico.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Cuando el jugador "dice" basta ya

Menuda semanita hemos tenido.  Esta vez la protagonista ha vuelto a ser EA junto a DICE con su flamante Battlefront 2.  Si habéis leído mis entradas de las últimas semanas podéis comprobar que no tengo pudor alguno en anunciar que no soy nada partidario de las políticas que suele aplicar/forzar y que intenta instaurar globalmente (aún sin éxito) dentro del mercado.

Por si alguien todavía no se ha enterado, podríamos resumir lo sucedido en que los jugadores querían un juego sin DLCs de pago y EA accedió, pero a cambio iba a monetizar el título a base de cajas botín y/o micropagos.  La manera de rentabilizar el juego ha sido muy discutida por parte de la comunidad, hecho que ha conseguido una “bajada de  pantalones” de la empresa cancelando toda compra electrónica dentro del juego hasta que se vuelvan a replantear sus bases.



Mucho se ha hablado del tema, que si hacen falta 40 horas para desbloquear un héroe, que si quieres todo el material comprado son más de 2000€, que desbloquear el 100% jugando son más de 4000 horas, que si Bélgica iba a tratar el tema en los tribunales por considerar la compra de cajas botín como juegos de azar en un título con PEGI inferior a 18.  Un sinfín de malas noticias que iban apareciendo día a día y que en primera instancia intentaron amainar sin éxito reduciendo el precio de los micropagos un 75% hasta finalmente tener que cancelarlos pidiendo disculpas. Ahora el último rumor es que probablemente Disney, propietaria de los derechos de Star Wars, ha sido la que ha tenido que tomar cartas en el asunto después de la gran revuelta.



El juego no ha tenido malas críticas de la prensa especializada, de hecho, no dudo que sea un juego brillante, pero la gestión de micropagos arbitraría y la sensación de un pay-per-win excesivamente caro ha hecho que los jugadores se lo planten y digan basta, y para mí esa es la auténtica noticia de la semana.  A lo largo de estos días se ha demostrado algo que iba pidiendo desde hace años, que los consumidores alcen la voz y demuestren que tienen el poder, que no somos ovejas de un rebaño que decimos siempre si frente a propuestas abusivas.  Las malas críticas de los usuarios en los principales portales y todo ese salseo provocado por el descaro de EA ha conseguido amenazar los beneficios de uno de sus productos estrella para la campaña navideña y esto, desde mi punto de vista, es un auténtico avance en la industria.



El viernes tuve un debate muy intenso con mis compañeros de trabajo, algunos me comentaban que gracias a EA el resto de compañías y first-party podían utilizar sus recursos en otro tipo de juegos, que si gente gana dinero jugando a sus juegos ellos, también quieren trozo del pastel, otros me decían que cada uno pagaba lo que quería, que si realmente existían ese tipo de pagos se debía a que había nicho de mercado, que incluso había gente que pagaba 20€ por un simple skin, y otros simplemente no sabían muy bien que decir.  Puedo entender que cada uno maneja su empresa y su negocio como cree conveniente, pero desde luego no soy partidario de las maniobras de EA en los últimos años.  Entiendo que EA es una empresa que quiere obtener los máximos beneficios posibles y de hecho no tengo ningún problema en afirmar que es una de las desarrolladoras más importantes del mundo, que su trabajo técnico y artístico es brillante y que posee una gran cantidad de juegos dignos de mención, pero eso no justifica sus últimas decisiones.  Es verdad que con el transcurso del tiempo la mayoría de las grandes compañías se han subido al carro de los DLCs y micropagos, algo muy molesto y que dentro de lo que cabe ha tenido bastante aceptación en la industria (ya hablaremos de los motivos…) pero si intentamos dar más vueltas a la tuerca (descaradamente) al final nos pasamos de rosca.




Tengo claro que si las empresas no pueden intentar sacar más beneficios por este camino intentarán ingeniar nuevos métodos, mejor vistos e igual o más abusivos.  Nosotros tenemos la responsabilidad y el deber de decir basta cuando creamos que algo no es correcto y tendremos que seguir alerta día a día para no dejarnos confundir.  Esta vez lo hemos conseguido, aunque no sé muy bien en qué camino y dirección vamos a virar, pues los próximos meses van a ser de vital importancia.  Queda demostrado que la última instancia depende de nosotros, qué si no paramos los abusos, el videojuego tendrá cada vez más de negocio y menos de cultura.  Entiendo que la moda son los e-sports, que el multijugador pueda ser más rentable, pero eso menosprecia, en gran medida, al jugador clásico.  No os confundáis, me parece muy bien que haya gente que quiera e-sports, o que sus juegos favoritos sean los multijugadores, pero no por eso se tiene que ningunear al jugador clásico, pues gracias a sus inicios, ahora existen las nuevas tendencias. Con esto únicamente quiero decir que hay hueco para todo el mundo, tal vez existan cosas más rentables que otras, pero todas rentables al fin y al cabo, por lo que ningún género debería sufrir inanición de ningún tipo. 

sábado, 4 de noviembre de 2017

La perversión de todo noviembre

Navidad está cerca y la maquinaria de la industria del videojuego lleva trabajando gran parte del año para dicho momento.  Aprovechando la época de mayor consumismo, las compañías preparan sus mejores lanzamientos para conseguir buenas ventas y cerrar el año natural con buenos números.  Es verdad que esta estrategia se repite año a año, y parece no demostrar síntomas de cansancio, siendo la más extendida y copiada alrededor del globo, pero además ayuda a enmascarar con cifras económicas un mal producto con mucha elegancia.

Seamos sinceros, con el paso del tiempo cada vez cuesta más lanzar una consola o un juego nuevo.  Los desarrollos son más complejos, la dificultad en cada iteración/generación aumenta exponencialmente y la expectación generada permite seguir creciendo una burbuja que aparentemente todavía tardara unos cuantos años en explotar.  Estos factores son los principales argumentos por los que año tras año las novedades para la campaña navideña aparezcan antes. Aunque la fecha de lanzamientos esté alejándose de la llegada de Papá Noel, la fecha límite sí que está asignada de hace unos pocos lustros gracias a la ingeniería del marketing, fijándola a Black Friday.  


Al mundo del ocio electrónico le viene muy bien toda esta tendencia de fechas, pues con los desarrollos actuales, sacar un producto cerca del gran evento podría ser una jugada muy arriesgada, mientras que tener un mes y medio de margen, ayuda a poder pulir todos los defectos que puedan aparecer.  No hay que ser muy avispado para comprender que en el caso del software, el vicio de poder parchearlo mediante una actualización es, a día de hoy, un cáncer que permite a los desarrolladores ser menos cuidadosos y apretar tiempo donde en realidad no deberían de hacerlo, siendo los consumidores los principales sufridores de las consecuencias.



Desde mi punto de vista los juegos para la campaña se lanzan en tres fases:  La fase de los necesitados, la fase de los conformistas y la fase de los suicidas.  Vayamos a explicar cada una de ellas para que lo entendáis mejor.

  • La fase de los necesitados:  Es la fase que marca el inicio de la temporada, y pertenece a aquellos lanzamientos que necesitan de una mayor campaña publicitaria, un mayor margen de tiempo de mejora (en caso de necesitar actualizaciones) o una menor competencia inicial.  Este año ha empezado la última semana de octubre con Super Mario Odyssey, la nueva entrega de Assanssins Creed y Wolfestein.  El título de Nintendo porque con la novedad de la Switch quién golpea primero lo hace dos veces, el título de Ubisoft porque después de sus últimos bugs necesitaba reestrenar su franquicia con garantía y el título de Bethesda porque necesita atención antes que sus competidores.

  • La fase de los conformistas:  Es la fase más gorda, donde aparece la gran mayoría de los juegos anunciados.  Han tenido desarrollos con las fechas bien marcadas y seguramente terminados hace meses, pero prefieren salir en dicho momento para potenciar las ventas.  La fecha de dicha fase suele ser 15 días antes del Black Friday, muy cerca de la campaña y con un pequeño margen de corrección en caso de problemas leves.  También es la fase preferida para los lanzamientos hardware, pues éstos deben de estar bien terminados tres meses antes de su salida al mercado y no tienen margen de errores, tal vez si en firmware, pero el hierro no puede fallar bajo ningún concepto. Este año podemos encontrar en esta fase a los mismos de siempre: Call of Duty, Battlefront, Pokemon, Neef for Speed, etc..  Aunque esta vez encontramos un hardware nuevo como la Xbox One X de la que posiblemente hablemos en breve.

  • La fase de los suicidas: Es la fase más divertida de todas, aquí encontramos juegos que no han llegado a tiempo y/o se sabe de antemano que no van a tener buenas críticas pero que igualmente necesitan vender.  Este año tenemos aquí a Xenoblade Chronicles 2 para Switch.  Seguro que es un buen juego, pero su ajustada fecha y la promesa de la casa nipona de llevar un triple A a su consola al mes me hace pensar que es, para la campaña de este año, la apuesta más arriesgada.

Cada producto tiene su estrategia, pero independientemente del éxito (o no) que consigan, todos tienen asegurada una desvirtualización de sus ventas.  Unos juegos por la competencia directa frente a otros, y otros por lanzarse en una época de mayor consumo.

Que no os engañen, no todo lo que vende es bueno y no todo lo lanzado en estas campañas es de calidad.  A pesar de la gran cantidad de cosas nuevas que podéis descubrir, debéis de seguir con vuestro criterio de convicción y no por lo que os digan las propias casas.  En este caso se nota la diferencia de criterio entre las First y las Third.  Si os fijáis bien, compañías como EA se aprovechan al máximo de las Navidades, mientras que otras como Nintendo (que prefirió sacar sin prisas Switch en marzo) o Sony con Santa Monica (que prefiere dejar God of War bien terminado), prefieren mimar sus productos para que salgan sin fallo.  Tal vez, tener hardware propio y cuidarlo, sea una de las claves del éxito.



No me quiero despedir sin quejarme otra vez de EA.  Continúan con descaro y sin vergüenza insultando a la industria.  Esta vez con su negativa de seguir editando juegos en Switch justificándose en no tener números suficientes al respecto de Fifa 18 y en que todavía hay pocas máquinas en las casas de los usuarios.  EA sigue viendo al ocio electrónico únicamente con los ojos de la máxima rentabilidad haciendo caso omiso de la vertiente cultural.  Espero que algún día sus dirigentes dejen sus puestos a una EA mejor, pero para ello, tanto las compañías colaboradoras como nosotros los usuarios deberíamos de emprender juntos un largo camino. Entiendo que lo dicho sea una utopía, pero de algún modo hay que empezar... 

La edad de oro de los 8 bits

Voy a ser sincero desde el principio: todos los que me conocen saben que mi consola favorita es sin lugar a duda NES.  Quizá los más neófit...