domingo, 29 de octubre de 2017

Yo nunca he jugado a...

Seguro que conocéis algún amante del cine que tiene alguna película, que por alguna razón, no la llegó a ver en su día y/o la pospuso para disfrutarla en otro momento, pero al final se le quedó pendiente hasta la fecha.  Creo que es un caso muy común, de hecho en el momento en el que se descubre suele catalogarse de pecado capital.  Conozco mucha gente que no ha visto nunca Casablanca, Gladiator, Terminator 2, Pulp Fiction, Star Wars o Indiana Jones y no por eso dejan de ser cinéfilos (del género que sea) es más, han visto muchísimas más películas  y entienden de cine infinitamente más que yo.  He de confesar que nunca he visto Top Gun, que hasta hace bien poco no había disfrutado de El rey León y que necesité tres intentos para una obra espectacular como El día de la bestia.  Todos tenemos nuestros secretos, nuestras películas que sin saber muy bien el motivo, se quedaron pendientes para un momento mejor que nunca llegó.

Del mismo modo que ocurre con las películas, hemos llegado a un punto en el que cualquier gamer que lleve disfrutando más de 20 años jugando a videojuegos le ocurra lo mismo con ciertos títulos, considerados por la gran mayoría, como grandes clásicos que perdurarán en la historia.  Es este caso, a mi parecer, mucho más plausible que en el cine, pues existen muchos más factores que dificultan el acceso al ocio electrónico frente al séptimo arte.



Actualmente todo el mundo puede fácilmente reproducir vídeo, adquirir una película y disponer de un par de horas, pero la reproducción de juegos depende de cierto hardware específico, la adquisición del título en cuestión y de la economía de cada usuario.  No conozco a nadie (seguro que alguien existirá) que tenga el poder adquisitivo suficiente y que lo haya hecho efectivo para tener (en su día o actualmente) cada plataforma que haya existido junto con todos los juegos, a medida que se publicaban al mercado, además de disponer el suficiente tiempo libre como para disfrutarlos íntegramente.

Sí, es verdad, existen los emuladores, que además de ejercer la posibilidad de jugar a títulos que hoy serían muy difíciles de encontrar (tanto el hardware como el juego en particular), ofrecen una vertiente cultural y de hemeroteca que no debemos olvidar (el tema de la legalidad ya lo trataremos en otro post).  Tal vez, si no lo jugaste en su día, esta sea una buena opción, aunque no sea lo mismo que la experiencia original.



Dicho esto, quería compartir con vosotros algunos de mis pecados capitales, unos pocos porque era muy pequeño y no pude adquirir la consola en cuestión, otros porque encontrar el cartucho era una odisea, otras veces mi pc del momento no alcanzaba la suficiente potencia y los más comunes por falta de tiempo, no eran mi género favorito o por quedar en el olvido.



Voy a empezar por uno fuerte, nunca he jugado a Final Fantasy VII, nunca tuve una PlayStation en su momento, y cuando pude jugarlo en una PlayStation 2 no me animaba con los RPGs por turnos, es verdad, no es lo mío, pero eso no justifica para no haber empleado algo de tiempo en él.  Del mismo modo reconozco que nunca he disfrutado de un Metroid, me he perdido muchísimos FPS y he dejado en el olvido todo lo exclusivo en Xbox.  Pero si de algo puedo estar arrepentido es de no haber jugado nunca a Monkey Island sobretodo porque para esto no tengo justificación. He jugado a muchísimas cosas pero todo es imposible.



Puede que me odiéis después del último párrafo, pero esto hay que verlo con otra perspectiva.  La industria del ocio electrónico tiene tanta amplitud, que en un momento dado podemos parar, mirar hacia detrás y de vez en cuando redimirnos jugando a los grandes clásicos que dejamos para otro momento.  Nunca es tarde, y saber que tenemos algo tan grande ahí pendiente debería de alegrarnos, pues sabemos con total seguridad que no nos va a defraudar y que los vamos a disfrutar enormemente.  Es bueno tener cosas grandes pendientes para cumplirlas más adelante, tal vez algunas sean más complejas que otras pero cumplir esos retos siempre será motivo de gran satisfacción.  



Después de jugar a tantas aventuras gráficas, saber que tengo esto tan grande pendiente me alegra, imaginaros lo feliz que estoy ahora, pues estoy a punto de empezar una aventura donde aparece un mono con tres cabezas...  

¿Cuales son vuestros pecados capitales

? ¿Váis a buscar la redención?

domingo, 22 de octubre de 2017

La aberración de EA

En mi opinión, la noticia de la semana ha sido el cierre de Visceral Games gracias a la brillante idea de EA, ya no por las implicaciones directas del hecho, más bien por mostrarnos como de podrida empieza a notarse esta industria.

No es el primer estudio que cierra, de hecho no son los únicos que cierran estudios, pero la diferencia, esta vez, ha sido el descaro y el claro motivo que han dado a entrever de forma muy directa.  Básicamente cierran el estudio porque el juego en el que trabaja Visceral Games (el hipotético Star Wars 1313) era una campaña de un jugador con una buena historia que no daba pie a la rejugabilidad y a los servicios de red.



Como muchos han publicado, dos tercios de la facturación de EA se debe a su contenido digital, algo muy goloso, muy fácil de implementar, sin riesgos y con un trabajo mínimo.  Vender Fifa (y reeditarlo cada año) les supone un beneficio desorbitado, pero el contenido digital, junto con las tarjetas superan con creces el beneficio por el propio juego.  He criticado muchas veces el daño que este modelo supone a la cultura de este arte frente a las ganancias económicas que aportan.

El ocio electrónico, además del dinero y puestos de trabajo que mueve, tiene una vertiente educativa muy fuerte, es cultura y aunque sea relativamente reciente es un arte y como tal se debería de cuidar teniéndolo en alta estima.  Pero existe mucha especulación, mucha intrusión y sobretodo mucho poder del dinero frente al resto de las cosas.  Es comprensible que las empresas quieran ganar dinero, y que los inversores quieran aumentar sus ganancias en sectores en auge, pero el problema renace una y otra vez cuando todo está rodado, cuando la rentabilidad supera la ética y quién obtenga beneficio no vela por el amor de lo que se hace, sino por el amor al dinero. 



Esta vez EA se ha pasado de la raya, no quiere juegos de campaña, quiere ganar dinero con juegos en red que permiten microtransacciones, DLCs y demás productos que engroses sus ya no poco abultadas arcas y a la vez está a punto de sacar el nuevo Battlefront con campaña porque los usuarios se quejaron que el primero no tenía (que osadía y menos mal que no les salió bien).  Ahora además de ese cambio se atreven con decir que todo el contenido añadido será gratuito pero establecen una política de Pay for Win.  En serio, ¿de que van estos tíos?, cada vez suman y siguen, como la versión de Fifa de Switch, no le ponen el esmero que toca porque no saben como van a ser los beneficios y si sale bien entonces ya verán que hacen....



Espero que la jugada de EA les salga mal y que la gente responda, porque quién realmente tiene el poder de decidir somos los usuarios con nuestras compras y nuestro uso de software.  El problema radica en que muchos de los usuarios de videojuegos actuales son jugadores casuales que únicamente disfrutan de su juego preferido, algo que no critico pero que tampoco comparto, pues al haber gran cantidad de usuarios de este tipo, las cuentas se desvirtúan y afectan al otro resto que prefiere diversificación. No es culpa de ellos, ni mucho menos, más bien de las empresas que enfocan todo con la estrategia de ganar más haciendo menos.  

Pero no penséis que son los únicos, mucha gente y muchas empresas han hecho lo mismo, algunas con mucho éxito y otras no tanto (menos mal).  Con el objetivo de minimizar costes y aumentar usuarios potenciales que adquieran sus productos, se han cometido grandes sacrilegios, desvirtuando el significado global del videojuego en si, como por ejemplo el autoguardado y la regeneración automática, cosas tan simples, que hoy están tan aceptadas, son desde mi punto de vista una vergüenza creada por la mala industria para hacer los títulos más accesibles y que aumente el número de compradores.  Del mismo modo hay intentos muy sutiles que salieron mal y que en su día fracasaron (aunque volverán y al final triunfarán) como el de Sony con su PSPGo, la idea de una consola que únicamente pudiera funcionar con descargas digitales en un momento estratégico le sirvió a la compañía para entender el fracaso y volver a introducir el Bluray en las PS4.  Estoy seguro que si PSPGo hubiera triunfado la PS4 sería bastante más distinta (y barata de fabricar). 



Es triste que seamos sus conejillos de indias y que únicamente nos hagan caso cuando su fracaso es estrepitoso.  EA ha marcado el último de ellos, tan grande y tan descarado como si a Mercadona se le ocurriera dejar de vender fruta porque es lo que menos beneficios le reporta.  Star Wars 1313 iba a ser rentable, seguro que no tanto como Fifa, pero son juegos necesarios, brillantes y llenos de arte, que no por su naturaleza deban ser discriminados.  



Ojo, y no estoy en contra de los juegos multijugador ni de los DLCs, siempre que sean buenos y estén justificados me parecerán correctos, el problema surge cuando todo esto se desvirtúa.  No es necesario sacar un juego cada año, de hecho Ubisoft se ha dado cuenta y dejo Assassins Creed olvidado durante un tiempo, mientras que el único Rocket League lleva años entre nosotros y sigue con una muy buena reputación.

Tampoco tenemos que olvidarnos de la prensa, esa a la que a veces admiro y otras veces me da arcadas de postmodernidad.  No todos los juegos tienen que ser rejugables, ni todo lo rejugable puede ser divertido y no por ello una nota debe de ir en contraposición de otra.  Lo digo por ejemplo con The Order de PS4, un juego criticado hasta la saciedad simplemente por su nula rejugabilidad y su supuesta corta duración.  Ni es corto ni necesita ser rejugable, es verdad tiene los grandes pecados de autoguardado y autoregeneración de los juegos actuales pero sus gráficos son brillantes, su historia más que decente y su jugabilidad perfecta, pues en los principios de la generación muchos eran los juegos con bugs inaceptables que nunca hemos visto en este título.  ¿No os gustan estas propuestas? pues no las compréis, pero simplemente porque otros añadan la opción de tesoros o de trofeos absurdos no los hacen mejores juegos, tal vez centrarse en la historia y como transcurre al ritmo de los tiros sea lo que necesite el título para sentirte dentro del mismo.



Es una lástima, es una tendencia y poco a poco los usuarios sucumbimos a los deseos de las "malas" compañías que envenenan a otras más decentes.  Esperemos que esto no afecte al resto de empresas ni las envenenen en un círculo de destrucción para un trozo del sector que me gusta tanto como el videojuego clásico, pues los grandes juegos de campaña siguen siendo muy rentables.   Internet ha venido para quedarse, es el gran invento del siglo pasado, pero algunos ya han hecho el trabajo con los DLCs, descargas, parches por los juegos inacabados y pago por servicio multijugador.  El poder de decisión realmente es nuestro, pero somos los primeros que debemos de darnos cuenta, porque sino cada vez iremos a peor. Un claro ejemplo lo tenemos con la nueva aventura de Mario que sale este mismo viernes, sin duda será uno de los juegos de año, pero esta vez sin contador de vidas y por lo tanto las monedas deberán servir para otra cosas.



El dinero se va, pero el arte es imperecedero, así que no permitáis que el personal de los maletines sin escrúpulos desvirtúen los videojuegos.  Es muy lícito ganar dinero con ello, pero quién lo haga y quién lo dirija que sea personal brillante, que no únicamente tengan como objetivo el peso de la saca, sino que adoren lo que estén haciendo y que con una rentabilidad correcta, respeten la cultura, el arte y la gracia del buen hacen en esta industria que todavía tiene mucho por decir.


domingo, 15 de octubre de 2017

Gameboy Mini Vs N64 Mini

Como buen amante del mundo retro, siempre intento estar al tanto de las últimas novedades entorno a este apartado nostálgico de los videojuegos.  Desde la salida de la Super Nintendo Mini muchas han sido las noticias de la posible llegada (en realidad más que nuevas son anhelos) de una Nintendo 64 (N64) Mini, pero durante la última semana todo a cambiado y ahora hipotéticamente esa N64 puede que sea más bien una Gameboy Mini.  ¿Cuanto de verdad hay en todo esto?  La realidad es que no tengo ninguna fuente fiable que me pueda confirmar nada, todavía es pronto, pero aplicando un poco  de mis conocimientos y el sentido común puedo llegar a unas conclusiones, las cuales con el transcurso del tiempo sabremos si son acertadas. Pero antes un poco de cultura reciente, pues necesito añadirla para poder justificar mis deducciones.



Empezaremos haciendo un repaso a las consolas retro editadas (y alguna que está por venir) y el éxito comercial que han obtenido (o que pueden obtener).  Por un lado tenemos los modelos de Atari  (no confundir con la Ataribox)  y Megadrive que no obtuvieron una gran acogida.  Mientras que la Atari no tuvo prácticamente ninguna campaña publicitaria, la selección de juegos poco sofisticados y unos mandos con un funcionamiento poco cuidado fueron más que suficiente para que quedara en el olvido.  La Megradrive tuvo un poco más de nombre (todavía hay en tiendas), la idea era muy buena pero su ejecución se quedó a medio camino.  Teníamos un modelo de sobremesa que permitía incluso poder utilizar los cartuchos originales, pero la conexión por vídeo compuesto de sus primeras versiones y una emulación que no estaba a la altura fueron más que suficientes para que no llegara a ser lo que los fans esperaban de ella.  Luego, la versión portátil estaba un poco mejor por la versatilidad del producto, aunque la emulación era la misma que en el modelo de sobremesa y el catálogo incluido (en ambas versiones) brillaba más por la cantidad que por la calidad. Tal vez si Sega hubiera puesto más de su parte en vez de ceder los derechos estaríamos hablando de otra cosa.





Por otro lado tenemos consolas como la RetroN5 y similares, que permiten la utilización de cartuchos originales de varias plataformas.  Son consolas con un precio muy apetecible y por lo que tengo entendido (no he podido probar ninguna hasta el momento) funcionan bastante bien, además de tener conexión por HDMI.  Esta alternativa sin embargo tiene un gran problema, pues no tiene juegos integrados dentro de su memoria, algo que reduce su público potencial en aquellos usuarios que todavía conservan muchos cartuchos originales, pues actualmente el mercado de cartuchos de segunda mano está sufriendo un boom increíble que hace imposible adquirir gran cantidad de juegos a precios permisivos, y más aún en juegos populares y difíciles de conseguir.



Pero si hay un producto de este tipo que realmente me entusiasmó en su día ese fue la NeoGeo X Gold. De verdad, su idea y ejecución fueron bastantes notables y a pesar de sus fallos es uno de los mejores hardware que se podían encontrar en el mercado.  Su poca tirada y sus precios un tanto elevados fueron los auténticos motivos de su poco éxito pero técnicamente tenía todo para triunfar.  Que se pudieran usar los mandos originales era una delicia (aunque en su día muy pocos privilegiados tuvieran una) pero que su precio rondara los 200€ con una lista de juegos bastante reducida y que un segundo mando se subiera como mínimo a los 80€ eran motivos más que suficientes para que, incluso los más fans se echarán atrás en su adquisición.  Por esos motivos ahora encontrar alguna es muy complicado y su cotización está muy al alza.  A pesar de ello, una gran retroconsola y precursora de la nueva híbrida de Nintendo, pues el hecho de que fuera portátil y tuviera un replicador para conectarla al TV sorprendió a todos en su día.  Además permitía adquirir bundle de juegos para ir ampliándola, algo que nos hubiera gustado ver en otros modelos de la competencia y que aquí no fue bien recibido dado el elevado coste de la máquina, por lo que volver a pasar por caja en esta situación resulto bastante criticado al mismo tiempo que comprensible.



Por último, antes de adentrarnos en el mundo "retroconsolil" de Nintendo quería mencionar su próxima gran competencia en este sector:  La Ataribox.  Siendo francos, la idea es brutal y su ejecución puede ser brillante pero los precios que se comentaron en su día son más que suficientes para que me eche atrás.  Es un producto más similar a la Neo Geo X Gold que al resto (aunque no sea híbrida) pero los juegos de 2600 y 7800 a pesar de formar parte de esta gran industria no arrastran tanto seguidor como los videojuegos modernos (desde Super Mario Bros en adelante).  Sí, yo los conozco, los juego y los seguiré disfrutando, adoro esa época antes de la crisis del sector, pero el público general no lo está pidiendo y el target directo de adquisiciones es bastante reducido.  La gente que creció con estos juegos están (la gran mayoría) por encima de los 40 años y la posibilidad de jugar a otros arcades y juegos de la maltrecha Jaguar únicamente incrementa los costes globales de cada una de las máquinas.  Hasta que no veamos el producto final poco podremos decir, y la idea de poder tenerla conectada a la red está más que celebrada, pero hasta que no veamos de lo que es capaz, este proyecto crowdfunding no me termina de convencer, pues su elevado coste y sus incógnitas pueden mucho más que su acertado diseño exterior, ójala sus próximas noticias me convenzan y me hagan cambiar de opinión.



Nintendo es actualmente el líder indiscutible en este trozo del pastel.  Sus modelos de NES Mini y Super Nintendo Mini se venden como rosquillas, he incluso han sabido corregir los problemas de demanda de la primera consola, pudiendo todavía encontrar su nuevo producto en algunas grandes superficies (de paso entorpeciendo la especulación de algunos listillos). Su fórmula de éxito, en contraposición de la competencia, es una mezcla entre un buen catálogo (frente a la cantidad), unos mandos maravillosos, un precio asequible y unas franquicias bien cuidadas a lo largo del tiempo.  Si algo fue bueno en un pasado ahora es un clásico. No todo en las máquinas es amor, también tienen sus defectos como la falta de alimentador en las versiones europeas o la emulación no tan perfecta aunque aceptada que podemos encontrar en la Super Nintendo Mini, factores que hay que anunciar y que no han supuesto un handicap para los clientes dispuestos a adquirirlas en masa. La casa de Kyoto ha sabido acertar donde otros no, pero también es cierto que sin su gran catálogo exitoso en aquellos días la batalla hubiera sido mucho más dura.  Además su target de público con una media 10 años menor que el que podría tener Ataribox es otro factor a tener en cuenta.



Una vez todo el contexto en su lugar y viendo que los fans desean a toda costa una N64 Mini sólo les puedo decir que es muy complicado ver una el año que viene.  Puede pasar de todo, que llegue la N64 Mini, que llegue la Gameboy Mini o incluso que lleguen las dos a la vez, pero hay que ser realista y si se puede estirar el chicle año a año se hará y de la manera más barata posible en lo que a costes se refiere.  Desde mi punto de vista lo más normal es que venga una GameBoy mini con unos 50 juegos.  Si, la NES llegó con 30, la SNES con 21, pero no puedo esperar menos de 50 de una GameBoy y ya no por su alargado catálogo o por ser la consola portátil que más tiempo ha estado en el mercado, sino porque sus juegos en general son cortos y tienen mucho por donde elegir.



Para los que ya tengáis las dos consolas editadas, podréis comprobar que la emulación de NES es perfecta mientras que en Snes Mini hay juegos como DKC que tienen alguna micro parada de sprite casi inapreciable (pero ahí está) o que StarFox funciona un poco más lento de lo normal (qué difícil es la emulación de chip SuperFX).  Puede que la emulación de SNES Mini llegue a unos cánones de calidad suficientes para su venta pero desde mi punto de vista no están a la altura de la propia Gran N.  Qué sí, que los juegos incluso se ven mejor que en la consola original pero eso no es justificación para que la emulación no esté perfeccionada al 99.99%.



Como muchos ya sabréis, el hardware interno de ambas versiones es prácticamente el mismo, evidentemente hay potencia de sobra para emular ambos sistemas y una vez teniendo la versión de la hermana pequeña, poder hacer lo mismo con el cerebro de la bestia era algo muy fácil de asumir sin costes de diseño hardware (con el mando si pero es un trabajo menor), únicamente poner el emulador adecuado, cuatro cosas más y a rodar, pero el chip SuperFX ahí estaba otra vez para demostrar que emular a la perfección es complicado. Por eso, en este punto tenemos un problema (y muy serio) con la hipotética N64 Mini.



He leído y he visto gente criticar que eso no es problema, que quién duda no tiene ni idea porque las máquinas virtuales de WiiU emulan perfectamente los juegos de N64.  Al principio puede parecer que tengan razón pero necesitar/tener un hardware 100 veces más potente para emular un juego a base de polígonos no es de recibo para una N64 Mini.  Hay emuladores perfectos para N64?, puede que sí, pero sobre máquinas muy potentes o con un precio elevado para lo que se quiere conseguir.  Además una emulación del 93% de perfección no es suficientemente buena para que la propia casa edite sobre ella el producto en cuestión.  El hardware actual para NES Mini y Super NES Mini puede emular N64 pero ni a la velocidad esperada ni a la perfección que se requiere, por lo que una nueva N64 Mini necesita una inversión en un nuevo hardware y una nueva emulación. Además hay que tener en cuenta muchas cosas, la primera de ellas es que los juegos de N64 se van a ver bastante desastrosos y ese buen recuerdo que tenemos de antaño va a quedar distorsionado cuando aparezca el producto, que aparecer va a aparecer seguro, lo que ya veremos es cuando y bajo que condiciones.  Que los sprites de antaño han envejecido muchísimo mejor que los primeros polígonos es una realidad innegable pero comprendo que muchos de los gamers actuales empezaron sus andadas con la N64 y ese valor nunca lo voy a poner en duda.   La falta de prefeccionamiento en emulación se puede solucionar con aumento de potencia en circuitería, pero llegar de este modo a la N64 Mini supone un incremento de costes que el usuario no estaría dispuesto a asumir.



Por otra parte emular los sprites es muchísimo más sencillo que los gráficos poligonales.  Cuando se programa por sprite tenemos tanto el estado inicial de la imagen como el final (de antemano tenemos el sprite con el que se empieza y el sprite con el que se acaba) así pues con una programación adecuada según los eventos que deben de acontecer podemos mostrar en pantalla el cambio de un sprite a otro.  No hay duda el sprite final es el sprite que corresponde, así de sencillo.  Mientras, en el mundo 3D las cosas no son así, pues no tenemos la imagen final.  Cuando trabajamos por polígonos en una imagen inicial mostrada en pantalla realizamos una programación adecuada según los eventos, para que según el estado inicial y las herramientas que tenemos a nuestro alcance se calcule el estado final, por lo que no tenemos un resultado final previo al que se quiere llegar, sino que la propia máquina se fabrica el suyo.  Esa diferencia tan sustancial es la que dificulta tanto que la mayoría de los juegos de N64 (y cualquier juego poligonal) sea mucho más difícil de emular que un juego a base de sprites.  Emular significa conseguir que un hardware X sea capaz de comportarse mediante reglas software en un hardware Y (habitualmente menos potente).  Una función que en Y suponga 2 operaciones posiblemente requiera 200 en X para que las condiciones de ejecución sean idénticas.  Seguro que una operación idéntica en Y se puede ejecutar en X muchísimo más rápida pero que X lo haga con el comportamiento de Y es lo que supone una dificultad.



N64 es una máquina muy compleja, preparada para gráficos poligonales y con una emulación que supone un gran reto, tal vez conseguir un buen emulador que se ejecute a la perfección con un hardware específico sea una tarea muy complicada y pueden conseguirlo, pero con un coste mayor de lo que la gente está dispuesta a pagar, además se debe tener el cuenta el tiempo que se requiere para sacar un modelo correcto y aceptado en el mercado.  Desde mi punto de vista y teniendo en cuenta que son los dueños de la propiedad intelectual,  dada la situación real entre emulación y hardware, les sale mucho más a cuenta crear una N64 Mini real, con las mismas piezas y chips de antaño pero en formato reducido y en vez de tener la entrada de ROM por cartucho poner una ROM soldada a los integrados (teniendo también en cuenta la interfaz para los mandos y la salida HDMI).  Así podrían conseguir una N64 real (nada de emulación) y dificultarían la posibilidad de realizar un hack sencillo sobre la misma.  Todo esto es hipotético pero tampoco es tan loco, pues los costes serían menores y el producto más redondo aunque requeriría un proyecto de desarrollo hardware mucho más elevado.  Viendo estas dos posibilidades sólo queda que Nintendo analice, si el coste del desarrollo hardware es más barato que coger piezas de un tercero ensamblarlas y desarrollar un emulador adecuado entonces la opción será buena, en caso contrario estaremos frente a un hardware distinto con piezas de otro fabricante (como hasta ahora) y un emulador que no llegará a la perfección que nos gustaría que el producto alcanzara.  Para finalizar con esto luego está el tema de la selección de juegos, los propios de la casa no tendrán problemas pero luego hay que llegar a un acuerdo con las Third, pues ese mismo problema ya lo han tenido con Snes Mini y Chrono Trigger. Hay que tener en cuenta esa pelea siempre estará ahí en cualquier caso.



Gameboy Mini no tendría ningún problema.  Máquina preparada para sprites que puede ejecutarse bajo el mismo hardware que sus otras dos hermanas.  Mucho más fácil de montar y mucho más fácil para explotar.  Por otro lado únicamente tendrían que poner una batería acorde y una pantalla monocromática LCD.  Tampoco tengo claro que quieren hacer, ¿Algo como la Switch?, ¿Únicamente sobremesa?, ¿Portátil?.  Las opciones son amplias, siendo la pantalla LCD la que podría incrementar un coste y la eliminación de mandos un ahorro en contraposición.  Problemas que en realidad no suponen ningún reto a la casa de Kioto y por lo tanto un candidato muy serio a tener en cuenta para el próximo año, mucho más que la N64 mini, la cual tendría que esperar un poco más en ver la luz.  Y no se os olvide que a lo mejor la Advance viene también incluida (a menos que quieran estirar el chicle demasiado...)



Supongo que tendremos que esperar poco después del E3 de 2018 para salir de dudas (ójala sea antes) pero hasta entonces poco podremos averiguar para saber si estoy en lo cierto. No obstante el día que se descubra aquí estaré para analizar si mis quinielas lanzadas a día de hoy estaban bien encaminadas.



No quería despedirme sin decir que esta semana ha sido bastante movidita y la verdad es que me alegro mucho de que todos los engranajes estén yendo poco a poco a buen puerto.  Vuestra acogida es  paulatinamente más fuerte y la colaboración de esta semana con el programa especial dedicado a Nintendo en Tiempo de Frikis (@tiempodefrikis) una experiencia inolvidable en la que tuve el honor de participar. Así pues espero que continuéis disfrutando de todo el contenido que pueda ir publicando a lo largo del tiempo.  Me despido diciendo lo único que puedo:  Gracias por venir.

domingo, 8 de octubre de 2017

Videojuegos fantásticos y dónde encontrarlos

Hoy os traigo un post que publiqué hace tiempo en Nintenverse.  He actualizado algunas de las localizaciones y he añadido unas cuantas fotos nuevas.  Espero que os guste y los disfrutéis, pues la idea incitaros a descubrir de primera mano como los videojuegos han superado las fronteras alrededor del mundo.



Durante los últimos veinte años la industria del videojuego ha crecido a pasos agigantados, incluso llegando en alguna ocasión a superar la facturación de la industria cinematográfica. Cada vez existen proyectos con mayor presupuesto, complejidad e innovación y aunque no todos tienen el éxito que se merecen, la globalización y las campañas de marketing aportan su granito de arena para que la expansión de este novedoso mundo llegue a cualquier parte del planeta.



Detrás de este despliegue de grandes magnitudes existen muchas variables que han favorecido su expansión, pero de entre todas ellas quisiera remarcar la del inicio de una nueva vertiente cultural. No nos engañemos, los videojuegos llevan unas cuantas décadas entre nosotros y aunque su repercusión mediática más reciente ha sido la más exitosa hasta el momento, nunca debemos de olvidar que ya tuvimos una crisis de videojuegos en los 80 pudiendo volver a pasar por otra en cualquier momento. 



El movimiento cultural es, desde mi punto de vista, la variable más importante porque es inmutable e imperecedera. Las primeras consolas, los juegos clásicos con sus personajes icónicos y la gente volcada en jugar es algo que siempre quedará para la historia de los videojuegos, siendo los resultados económicos y el estado general del sector factores que no le afectarán a lo largo del tiempo. No todo lo relacionado con los videojuegos tiene o tendrá el privilegio de formar parte del movimiento cultural y más difícil todavía es formar parte del inicial. Es muy complicado poder englobar en un único artículo todo lo que sería partícipe del primer movimiento, es más, podría iniciar un gran debate en el cual discutir largo y tendido sobre qué forma parte y qué no, pero a pesar de ello, sí que hay ciertos elementos que no admiten discusión como podrían ser los personajes de los Space Invaders, Pacman o Mario junto a empresas del estilo de Atari, Nintendo, Taito o Namco.



La industria de hoy es como es gracias a que el movimiento cultural fue como fue y por eso podemos encontrar en cualquier parte del mundo referencias de los videojuegos de todo tipo. Durante estos últimos años he tenido la suerte de poder realizar varios viajes a distintos lugares del mundo y aunque no he estado ni en la mitad de los sitios que quisiera visitar, he podido descubrir referencias a videojuegos donde menos te lo esperas. La gran mayoría de ellas son muy recientes, otras curiosas e incluso alguna sorprendente. Así pues voy a compartir con todos vosotros una lista de ubicaciones en las que podéis encontrar referencias a los videojuegos. No he podido estar en todas, de hecho alguna de ellas será, en la medida de lo posible, un próximo destino.



Tokio, zona comercial de Akihabara e isla de Odaiba


No podríamos empezar esta lista de otra forma. Akihabara es la zona comercial tecnológica más conocida de Japón. Tiendas de electrónica, salones recreativos, pachinkos, librerías y demás comercios hacen que este lugar de Tokio lleno de neones respire videojuegos por todas partes. Es un lugar fascinante donde poder encontrar todo tipo de referencias tanto actuales como clásicas, no hace que busques, simplemente levantas la cabeza y abres bien los ojos.

Puedes encontrar salones recreativos de SEGA con juegos que todavía no están en tiendas como Time Crisis 5 o encontrarte recreativas de Mario Kart para 4 jugadores. También puedes descubrir que en una segunda planta de un edificio cualquiera hay tiendas de segunda mano, como por ejemplo Super Potato, lugar donde puedes adquirir todo tipo de consolas y cartuchos antiguos, incluso la Virtual Boy. Si bien es cierto que solo he enumerado dos ejemplos puedo garantizaros que hay muchas cosas sorprendentes que si tenéis la oportunidad os recomiendo que comprobéis por vosotros mismos.ç



En Tokio puedes encontrar referencias en cualquier parte pero si hay que remarcar otro sitio además de Akihabara éste sería la isla de Odaiba. Esta isla artificial está repleta de centros comerciales, salones recreativos y museos. Cualquier rincón es bueno para hallar cosas inesperadas, incluso en los WC donde encontré un urinario recreativo.


Kioto – Santuario de Fushimi Inari


Conocido por su infinidad de toriis es uno de los lugares más bellos de Japón. Su naturaleza y su entorno hace de este sitio algo único y especial. Shigeru Miyamoto, creador de grandes sagas de videojuegos como Super Mario y The Legend of Zelda, le gusta mucho pasear por allí, de hecho se inspiró en el zorro de este santuario para la creación de Fox McCloud, uno de los grandes protagonistas de la saga Star Fox. No sería de extrañar que muchas otras referencias en sus videojuegos se debieran a este fascinante paraje pues una vez allí da la sensación de que te encuentras en la mismísima llanura de Hyrule. Para los más curiosos deciros que está a menos de 3 kms de las oficinas de Nintendo.


Londres, barrio de Candem Town


El barrio de Candem Town es el barrio más alternativo de Londres. Famoso por sus tiendas y sus mercadillos allí puedes encontrar un montón de referencias clásicas a videojuegos. Camisetas, carteles e incluso cuadros con motivos clásicos se pueden adquirir por un precio bastante asequible. Es casi imposible resistirse a llenar la maleta de estas piezas, algunas un tanto únicas, para engrosar nuestra colección.


El arte urbano de los Space-Invaders alrededor del mundo


Antes de que existiera Pokemon Go podías disfrutar de ir a la caza de Space Invaders. Resulta que un artista urbano francés ha colocado pequeños mosaicos de estos “invasores” alrededor del mundo. Los podéis encontrar en cualquier lugar y en cualquier parte, incluso en España. Hay más de 3000 y aunque fotografiarlos todos es una tarea complicada (por la distribución de todos ellos), sí que os animo a que cada vez que os vayáis de viaje busquéis alguno de ellos. Cuando fui a Londres no tuve suerte, pero sí que encontré varios en Paris y uno en un lugar privilegiado en Bruselas. Además de Space Invaders podéis encontrar fantasmas de Pac-man y otros personajes emblemáticos. Si queréis saber más de este tema os animo a que visitéis la página www.space-invaders.com (Aunque no os lo creáis es la página de este proyecto), donde podéis encontrar toda la información y la ubicación de los mosaicos en el mapa.



Berlin, Museo Computerspielemuseum


El Museo Computerspielemuseum es el museo de los videojuegos que todo amante de este sector debe visitar. A medida que pasan los años su colección va en aumento tanto en hardware como en software. Con un precio de entrada no superior a 10€ podremos descubrir muchas de las piezas que forman parte de esta historia. No vamos a extendernos mucho, pues es el destino más reciente y en el último post publicado tenéis todos los detalles.



Nueva York, Museo MoMa

El museo MoMa de Nueva York contiene una colección permanente de videojuegos que a fecha de hoy ya se consideran arte. Grandes juegos como Pong, Super Mario Bros, The Legend of Zelda y Tetris forman parte de ella. No os puedo contar mucho más sobre lo que puedo encontrarme allí, pues todavía no he tenido la suerte de cruzar el charco y éste es uno de los destinos que espero poder visitar en breve.



Hay infinidad de lugares y referencias, nombrarlas todas es imposible y aunque algunas pueden ser más importantes que otras (incluyendo bares, restaurantes y hoteles) espero que esta pequeña selección os haya despertado ese Indiana Jones (o Lara Croft) que llevamos dentro. Y vosotros, ¿dónde querríais ir? ¿Me recomendáis algún destino?

La edad de oro de los 8 bits

Voy a ser sincero desde el principio: todos los que me conocen saben que mi consola favorita es sin lugar a duda NES.  Quizá los más neófit...