domingo, 15 de octubre de 2017

Gameboy Mini Vs N64 Mini

Como buen amante del mundo retro, siempre intento estar al tanto de las últimas novedades entorno a este apartado nostálgico de los videojuegos.  Desde la salida de la Super Nintendo Mini muchas han sido las noticias de la posible llegada (en realidad más que nuevas son anhelos) de una Nintendo 64 (N64) Mini, pero durante la última semana todo a cambiado y ahora hipotéticamente esa N64 puede que sea más bien una Gameboy Mini.  ¿Cuanto de verdad hay en todo esto?  La realidad es que no tengo ninguna fuente fiable que me pueda confirmar nada, todavía es pronto, pero aplicando un poco  de mis conocimientos y el sentido común puedo llegar a unas conclusiones, las cuales con el transcurso del tiempo sabremos si son acertadas. Pero antes un poco de cultura reciente, pues necesito añadirla para poder justificar mis deducciones.



Empezaremos haciendo un repaso a las consolas retro editadas (y alguna que está por venir) y el éxito comercial que han obtenido (o que pueden obtener).  Por un lado tenemos los modelos de Atari  (no confundir con la Ataribox)  y Megadrive que no obtuvieron una gran acogida.  Mientras que la Atari no tuvo prácticamente ninguna campaña publicitaria, la selección de juegos poco sofisticados y unos mandos con un funcionamiento poco cuidado fueron más que suficiente para que quedara en el olvido.  La Megradrive tuvo un poco más de nombre (todavía hay en tiendas), la idea era muy buena pero su ejecución se quedó a medio camino.  Teníamos un modelo de sobremesa que permitía incluso poder utilizar los cartuchos originales, pero la conexión por vídeo compuesto de sus primeras versiones y una emulación que no estaba a la altura fueron más que suficientes para que no llegara a ser lo que los fans esperaban de ella.  Luego, la versión portátil estaba un poco mejor por la versatilidad del producto, aunque la emulación era la misma que en el modelo de sobremesa y el catálogo incluido (en ambas versiones) brillaba más por la cantidad que por la calidad. Tal vez si Sega hubiera puesto más de su parte en vez de ceder los derechos estaríamos hablando de otra cosa.





Por otro lado tenemos consolas como la RetroN5 y similares, que permiten la utilización de cartuchos originales de varias plataformas.  Son consolas con un precio muy apetecible y por lo que tengo entendido (no he podido probar ninguna hasta el momento) funcionan bastante bien, además de tener conexión por HDMI.  Esta alternativa sin embargo tiene un gran problema, pues no tiene juegos integrados dentro de su memoria, algo que reduce su público potencial en aquellos usuarios que todavía conservan muchos cartuchos originales, pues actualmente el mercado de cartuchos de segunda mano está sufriendo un boom increíble que hace imposible adquirir gran cantidad de juegos a precios permisivos, y más aún en juegos populares y difíciles de conseguir.



Pero si hay un producto de este tipo que realmente me entusiasmó en su día ese fue la NeoGeo X Gold. De verdad, su idea y ejecución fueron bastantes notables y a pesar de sus fallos es uno de los mejores hardware que se podían encontrar en el mercado.  Su poca tirada y sus precios un tanto elevados fueron los auténticos motivos de su poco éxito pero técnicamente tenía todo para triunfar.  Que se pudieran usar los mandos originales era una delicia (aunque en su día muy pocos privilegiados tuvieran una) pero que su precio rondara los 200€ con una lista de juegos bastante reducida y que un segundo mando se subiera como mínimo a los 80€ eran motivos más que suficientes para que, incluso los más fans se echarán atrás en su adquisición.  Por esos motivos ahora encontrar alguna es muy complicado y su cotización está muy al alza.  A pesar de ello, una gran retroconsola y precursora de la nueva híbrida de Nintendo, pues el hecho de que fuera portátil y tuviera un replicador para conectarla al TV sorprendió a todos en su día.  Además permitía adquirir bundle de juegos para ir ampliándola, algo que nos hubiera gustado ver en otros modelos de la competencia y que aquí no fue bien recibido dado el elevado coste de la máquina, por lo que volver a pasar por caja en esta situación resulto bastante criticado al mismo tiempo que comprensible.



Por último, antes de adentrarnos en el mundo "retroconsolil" de Nintendo quería mencionar su próxima gran competencia en este sector:  La Ataribox.  Siendo francos, la idea es brutal y su ejecución puede ser brillante pero los precios que se comentaron en su día son más que suficientes para que me eche atrás.  Es un producto más similar a la Neo Geo X Gold que al resto (aunque no sea híbrida) pero los juegos de 2600 y 7800 a pesar de formar parte de esta gran industria no arrastran tanto seguidor como los videojuegos modernos (desde Super Mario Bros en adelante).  Sí, yo los conozco, los juego y los seguiré disfrutando, adoro esa época antes de la crisis del sector, pero el público general no lo está pidiendo y el target directo de adquisiciones es bastante reducido.  La gente que creció con estos juegos están (la gran mayoría) por encima de los 40 años y la posibilidad de jugar a otros arcades y juegos de la maltrecha Jaguar únicamente incrementa los costes globales de cada una de las máquinas.  Hasta que no veamos el producto final poco podremos decir, y la idea de poder tenerla conectada a la red está más que celebrada, pero hasta que no veamos de lo que es capaz, este proyecto crowdfunding no me termina de convencer, pues su elevado coste y sus incógnitas pueden mucho más que su acertado diseño exterior, ójala sus próximas noticias me convenzan y me hagan cambiar de opinión.



Nintendo es actualmente el líder indiscutible en este trozo del pastel.  Sus modelos de NES Mini y Super Nintendo Mini se venden como rosquillas, he incluso han sabido corregir los problemas de demanda de la primera consola, pudiendo todavía encontrar su nuevo producto en algunas grandes superficies (de paso entorpeciendo la especulación de algunos listillos). Su fórmula de éxito, en contraposición de la competencia, es una mezcla entre un buen catálogo (frente a la cantidad), unos mandos maravillosos, un precio asequible y unas franquicias bien cuidadas a lo largo del tiempo.  Si algo fue bueno en un pasado ahora es un clásico. No todo en las máquinas es amor, también tienen sus defectos como la falta de alimentador en las versiones europeas o la emulación no tan perfecta aunque aceptada que podemos encontrar en la Super Nintendo Mini, factores que hay que anunciar y que no han supuesto un handicap para los clientes dispuestos a adquirirlas en masa. La casa de Kyoto ha sabido acertar donde otros no, pero también es cierto que sin su gran catálogo exitoso en aquellos días la batalla hubiera sido mucho más dura.  Además su target de público con una media 10 años menor que el que podría tener Ataribox es otro factor a tener en cuenta.



Una vez todo el contexto en su lugar y viendo que los fans desean a toda costa una N64 Mini sólo les puedo decir que es muy complicado ver una el año que viene.  Puede pasar de todo, que llegue la N64 Mini, que llegue la Gameboy Mini o incluso que lleguen las dos a la vez, pero hay que ser realista y si se puede estirar el chicle año a año se hará y de la manera más barata posible en lo que a costes se refiere.  Desde mi punto de vista lo más normal es que venga una GameBoy mini con unos 50 juegos.  Si, la NES llegó con 30, la SNES con 21, pero no puedo esperar menos de 50 de una GameBoy y ya no por su alargado catálogo o por ser la consola portátil que más tiempo ha estado en el mercado, sino porque sus juegos en general son cortos y tienen mucho por donde elegir.



Para los que ya tengáis las dos consolas editadas, podréis comprobar que la emulación de NES es perfecta mientras que en Snes Mini hay juegos como DKC que tienen alguna micro parada de sprite casi inapreciable (pero ahí está) o que StarFox funciona un poco más lento de lo normal (qué difícil es la emulación de chip SuperFX).  Puede que la emulación de SNES Mini llegue a unos cánones de calidad suficientes para su venta pero desde mi punto de vista no están a la altura de la propia Gran N.  Qué sí, que los juegos incluso se ven mejor que en la consola original pero eso no es justificación para que la emulación no esté perfeccionada al 99.99%.



Como muchos ya sabréis, el hardware interno de ambas versiones es prácticamente el mismo, evidentemente hay potencia de sobra para emular ambos sistemas y una vez teniendo la versión de la hermana pequeña, poder hacer lo mismo con el cerebro de la bestia era algo muy fácil de asumir sin costes de diseño hardware (con el mando si pero es un trabajo menor), únicamente poner el emulador adecuado, cuatro cosas más y a rodar, pero el chip SuperFX ahí estaba otra vez para demostrar que emular a la perfección es complicado. Por eso, en este punto tenemos un problema (y muy serio) con la hipotética N64 Mini.



He leído y he visto gente criticar que eso no es problema, que quién duda no tiene ni idea porque las máquinas virtuales de WiiU emulan perfectamente los juegos de N64.  Al principio puede parecer que tengan razón pero necesitar/tener un hardware 100 veces más potente para emular un juego a base de polígonos no es de recibo para una N64 Mini.  Hay emuladores perfectos para N64?, puede que sí, pero sobre máquinas muy potentes o con un precio elevado para lo que se quiere conseguir.  Además una emulación del 93% de perfección no es suficientemente buena para que la propia casa edite sobre ella el producto en cuestión.  El hardware actual para NES Mini y Super NES Mini puede emular N64 pero ni a la velocidad esperada ni a la perfección que se requiere, por lo que una nueva N64 Mini necesita una inversión en un nuevo hardware y una nueva emulación. Además hay que tener en cuenta muchas cosas, la primera de ellas es que los juegos de N64 se van a ver bastante desastrosos y ese buen recuerdo que tenemos de antaño va a quedar distorsionado cuando aparezca el producto, que aparecer va a aparecer seguro, lo que ya veremos es cuando y bajo que condiciones.  Que los sprites de antaño han envejecido muchísimo mejor que los primeros polígonos es una realidad innegable pero comprendo que muchos de los gamers actuales empezaron sus andadas con la N64 y ese valor nunca lo voy a poner en duda.   La falta de prefeccionamiento en emulación se puede solucionar con aumento de potencia en circuitería, pero llegar de este modo a la N64 Mini supone un incremento de costes que el usuario no estaría dispuesto a asumir.



Por otra parte emular los sprites es muchísimo más sencillo que los gráficos poligonales.  Cuando se programa por sprite tenemos tanto el estado inicial de la imagen como el final (de antemano tenemos el sprite con el que se empieza y el sprite con el que se acaba) así pues con una programación adecuada según los eventos que deben de acontecer podemos mostrar en pantalla el cambio de un sprite a otro.  No hay duda el sprite final es el sprite que corresponde, así de sencillo.  Mientras, en el mundo 3D las cosas no son así, pues no tenemos la imagen final.  Cuando trabajamos por polígonos en una imagen inicial mostrada en pantalla realizamos una programación adecuada según los eventos, para que según el estado inicial y las herramientas que tenemos a nuestro alcance se calcule el estado final, por lo que no tenemos un resultado final previo al que se quiere llegar, sino que la propia máquina se fabrica el suyo.  Esa diferencia tan sustancial es la que dificulta tanto que la mayoría de los juegos de N64 (y cualquier juego poligonal) sea mucho más difícil de emular que un juego a base de sprites.  Emular significa conseguir que un hardware X sea capaz de comportarse mediante reglas software en un hardware Y (habitualmente menos potente).  Una función que en Y suponga 2 operaciones posiblemente requiera 200 en X para que las condiciones de ejecución sean idénticas.  Seguro que una operación idéntica en Y se puede ejecutar en X muchísimo más rápida pero que X lo haga con el comportamiento de Y es lo que supone una dificultad.



N64 es una máquina muy compleja, preparada para gráficos poligonales y con una emulación que supone un gran reto, tal vez conseguir un buen emulador que se ejecute a la perfección con un hardware específico sea una tarea muy complicada y pueden conseguirlo, pero con un coste mayor de lo que la gente está dispuesta a pagar, además se debe tener el cuenta el tiempo que se requiere para sacar un modelo correcto y aceptado en el mercado.  Desde mi punto de vista y teniendo en cuenta que son los dueños de la propiedad intelectual,  dada la situación real entre emulación y hardware, les sale mucho más a cuenta crear una N64 Mini real, con las mismas piezas y chips de antaño pero en formato reducido y en vez de tener la entrada de ROM por cartucho poner una ROM soldada a los integrados (teniendo también en cuenta la interfaz para los mandos y la salida HDMI).  Así podrían conseguir una N64 real (nada de emulación) y dificultarían la posibilidad de realizar un hack sencillo sobre la misma.  Todo esto es hipotético pero tampoco es tan loco, pues los costes serían menores y el producto más redondo aunque requeriría un proyecto de desarrollo hardware mucho más elevado.  Viendo estas dos posibilidades sólo queda que Nintendo analice, si el coste del desarrollo hardware es más barato que coger piezas de un tercero ensamblarlas y desarrollar un emulador adecuado entonces la opción será buena, en caso contrario estaremos frente a un hardware distinto con piezas de otro fabricante (como hasta ahora) y un emulador que no llegará a la perfección que nos gustaría que el producto alcanzara.  Para finalizar con esto luego está el tema de la selección de juegos, los propios de la casa no tendrán problemas pero luego hay que llegar a un acuerdo con las Third, pues ese mismo problema ya lo han tenido con Snes Mini y Chrono Trigger. Hay que tener en cuenta esa pelea siempre estará ahí en cualquier caso.



Gameboy Mini no tendría ningún problema.  Máquina preparada para sprites que puede ejecutarse bajo el mismo hardware que sus otras dos hermanas.  Mucho más fácil de montar y mucho más fácil para explotar.  Por otro lado únicamente tendrían que poner una batería acorde y una pantalla monocromática LCD.  Tampoco tengo claro que quieren hacer, ¿Algo como la Switch?, ¿Únicamente sobremesa?, ¿Portátil?.  Las opciones son amplias, siendo la pantalla LCD la que podría incrementar un coste y la eliminación de mandos un ahorro en contraposición.  Problemas que en realidad no suponen ningún reto a la casa de Kioto y por lo tanto un candidato muy serio a tener en cuenta para el próximo año, mucho más que la N64 mini, la cual tendría que esperar un poco más en ver la luz.  Y no se os olvide que a lo mejor la Advance viene también incluida (a menos que quieran estirar el chicle demasiado...)



Supongo que tendremos que esperar poco después del E3 de 2018 para salir de dudas (ójala sea antes) pero hasta entonces poco podremos averiguar para saber si estoy en lo cierto. No obstante el día que se descubra aquí estaré para analizar si mis quinielas lanzadas a día de hoy estaban bien encaminadas.



No quería despedirme sin decir que esta semana ha sido bastante movidita y la verdad es que me alegro mucho de que todos los engranajes estén yendo poco a poco a buen puerto.  Vuestra acogida es  paulatinamente más fuerte y la colaboración de esta semana con el programa especial dedicado a Nintendo en Tiempo de Frikis (@tiempodefrikis) una experiencia inolvidable en la que tuve el honor de participar. Así pues espero que continuéis disfrutando de todo el contenido que pueda ir publicando a lo largo del tiempo.  Me despido diciendo lo único que puedo:  Gracias por venir.

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