lunes, 25 de septiembre de 2017

La buena aventura gráfica

Esta semana ha sido agotadora, de hecho, únicamente he podido estar en casa con algo de tiempo para descansar el sábado por la tarde/noche.  Aprovecho ese poco espacio de ocio para adquirir y descargar una de las mejores aventuras gráficas de los últimos 20 años, hacía unos meses que había salido para ordenador, pero este mes ha sido cuando por fin se ha publicado su versión para móviles, tablets y consolas.  Me estoy refiriendo a Thimbleweed Park.  



Tal vez este juego no os suene de nada, sobretodo para aquellos nuevos autoproclamados "gamers" que no han conocido la edad de oro de las aventuras gráficas y que por lo tanto, no entienden o no quieren darle una oportunidad a este tipo de juegos, pero estamos delante de una obra maestra soberbia (y eso que todavía voy por el principio), digna de mención y un imprescindible dentro de nuestra biblioteca virtual de títulos fascinantes.



Evidentemente no soy el máximo experto de este género, de hecho tengo un compañero de trabajo que sabe muchísimo más que yo sobre este tema, que ha jugado infinidad de horas a multitud de títulos y con una experiencia abrumadora que le ayuda a superar cualquier dificultad en un breve espacio de tiempo.  Esta mañana le he comentado que quería hablar en mi/vuestro blog sobre las aventuras gráficas y me ha contestado que tal vez pueda hablar mucho de las de LucasArts pero que mi experiencia con las de Sierra es casi nula.  Evidentemente tiene toda la razón del mundo, me gustan muchos géneros y el poco tiempo que he tenido/tengo para disfrutar de los videojuegos lo he diversificado entre plataformas, géneros y títulos que en ocasiones han sido muy dispares. 



La aventura gráfica podría clasificarse en varios subgéneros aunque no todos tengan un nombre común para definirse.  Por un lado están las aventuras conversacionales, donde tu imaginación cuando lees el texto y ves la imagen en pantalla (en el caso de que haya) será la que permita que el juego brille dentro de tu cabeza, por otro lado tenemos las aventuras de corte más convencional donde con la ayuda del ratón vas interacturando entre acciones, objetos y personajes (muchas de las actuales son únicamente point and clic), otras te permiten mover a los personajes e incluso tomar decisiones que pueden variar el curso de la historia y por supuesto las hay donde puedes morir o simplemente quedarte atascado hasta que encuentres la solución.  Muchas veces, un juego del género puede tener mezclas de todo lo que acabo de mencionar por lo que los subgéneros muchas veces pueden tener cosas en común de otros y por lo tanto es prácticamente imposible describirlos con una única palabra.



Podríamos decir que la década de los 90 fue la que más joyas dejó para la posteridad de la aventura gráfica.  No todos los grandes títulos son de esa época pero si la mayoría de los más importantes.  De hecho durante aquellos años, los juegos con mejores gráficos eran del género, mientras que ahora no es necesaria la última tecnología gráfica para contar una gran historia.  Y esa es realmente la parte que hace que una aventura gráfica sea brillante, su historia, como se desarrolla y de que manera se sirve del juego para ir avanzando con sentido, lógica e ingenio.  Podremos encontrar multitud de temáticas, personajes y dinámicas pero únicamente las más ingeniosas y las que se resuelvan con brillantez y mucho sentido común (dentro de su contexto) son las que llegan al éxito.  



Maniac Mansion, El día del Tentáculo, Grim Fandango, Monkey Island, King Quest, Simon the Socerer,  Broken Sword, Prisioner of ice, y un largo etcétera forman parte del olimpo del género.  Y no hay que repudiar al producto nacional, pues tenemos cosas tan importante como La abadía del Crimen o Hollywood Monsters que nada tienen que envidiar a los títulos más globalizados.  Muchos de estos géneros tienen algo que me fascinan y son esos argumentos descerebrados, originales, a veces incluso sin sentido que te sumergen en un mundo de fantasía repletos de aventuras, humor y diversión que luego forman parte de la cultura friki universal.  Sus guiones, la luz con la que brillan, o incluso lo surrealistas de las situaciones que se dan, junto con personajes variopintos que hablan lenguas absurdas consiguen mezclar el ocio electrónico con la literatura más fantástica para sumergirte en un entretenimiento donde tu capacidad de discurrir y las ganas de saber cual será el siguiente paso/giro argumental adquieren los niveles más altos de diversión.



Actualmente las pantallas táctiles y las nuevas posibilidades de los nuevos aparatos electrónicos han conseguido junto al crowdfounding que este género esté de vuelta.  Tal vez no con la fuerza de antaño pero títulos como Broken Age demuestran que si detrás de un buen proyecto, tenemos la persona adecuada y la historia perfecta, se pueden realizar verdaderas obras de arte. Y digo lo mismo de antes, nunca repudiéis el producto nacional, pues de entre todo lo nuevo también destaca Randal's Monday, una aventura friki donde las haya firmada con sello español.



Así que animo a todos los amantes de los videojuegos que vuelvan (o que empiecen) a vivir esta segunda época en auge de la aventura gráfica.  Tal vez no todos los títulos gocen de la reputación que tuvieron sus precursores hace 25 años pero existen autenticas maravillas como el juego que me acabo de comprar, y no es porque sus padres sean los mismos que los de Monkey Island, sino porque Ron Gilbert y Gary Winnick se han superado, han conseguido que vuelva a mi infancia, pues su argumento repleto de genialidad y cosas absurdas, sus posibilidades y ese toque retro tan conseguido (y que tanto necesitaba encontrar en este mar de polígonos y modernos píxels indies absurdos) garantizan que su juego (una vez lo termine) quede para siempre en el recuerdo de mi memoria.  Ójala todos los juegos actuales pudieran estar a la misma altura, pues en estos tiempos de Fifas y CoD hacen falta menos e-sports y más monos con tres cabezas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

La edad de oro de los 8 bits

Voy a ser sincero desde el principio: todos los que me conocen saben que mi consola favorita es sin lugar a duda NES.  Quizá los más neófit...